lunes, 13 de abril de 2009

Van al empeño para liquidar tarjetas

MEXICO, Abril. 13.- Las casas de empeño, que son uno de los mecanismos más caros para obtener crédito y cuyas tasas oscilan entre 4 y 18 por ciento, hoy son ya utilizadas para obtener recursos que el consumidor destinará al pago de tarjetas de crédito y préstamos personales, según un recorrido realizado por REFORMA.

Es común encontrar personas que van a empeñar alhajas o algún otro tipo de bien, con la finalidad de "bajarle" un poco a la deuda de las tarjetas.

Esto sucede pese a que las tasas de interés de las casas de empeño son casi cuatro veces más caras que las que ofrecen en promedio las tarjetas de crédito.

Incluso el plástico más caro del mercado, Spira, ofrece una tasa mensual de 9.45 por ciento, nivel inferior al que piden la mayoría de las casas de empeño.

Juan Díaz Chávez, de 65 años de edad, acudió a la Fundación Dondé a dejar un anillo, décima joya que empeña a cambio de dinero.

"Yo soy jubilado; de un tiempo para acá me ha ido muy mal. Compraba y vendía relojes, pero ya no, porque robaron mi casa y se los llevaron. Vengo porque debo 38 mil pesos en dos tarjetas de crédito: Serfin, HSBC y en Crédito Familiar", relató.

"Voy a ir al banco a que me reestructuren y voy a pagar con el dinero que me den aquí. Estuve pagando el mínimo y no entiendo cómo ahora debo tanto dinero. Me preocupa que he venido 10 veces a empeñar 10 cosas distintas, pero no las he podido recuperar", agregó.

El señor Juan reclamó que por una cadena de oro que en el mercado costaba en promedio 6 mil pesos, le prestaron sólo 4 mil 620 pesos y la subastaron en 9 mil.

"No entiendo cómo si me prestaron 4 mil 620 pesos, tengo que pagar 6 mil 762 pesos ¡Es muy caro!, pero prefiero venir aquí porque no hay tanta fila como en el Monte de Piedad", justificó.

Reconoció que es la única alternativa que tiene para pagar sus deudas, otras opciones lo han endrogado más.

"Para pagar las tarjetas fui a Crédito Familiar porque vi anuncios de ellos por todos lados, pero la verdad es que es un engaño para la gente pobre, porque al onceavo mes me dicen que la mitad de mis pagos se va a intereses y la otra mitad al pago de la deuda. Antes lo que debía se iba haciendo chico, pero llega un momento en que no se puede terminar con la deuda", agregó.

"Hay miles de incautos que caen en Crédito Familiar, ahí se valen del dolor de la gente y lo peor es que ya se les hizo algo rentable", acusó.

Fuente: GRUPO REFORMA

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