jueves, 18 de septiembre de 2008

Terminan los días del dinero fácil

MEXICO, Septiembre. 18.- Los viejos y venerables bancos de inversión se están convirtiendo en tema de los libros de historia, cita "El Semanario" en su edición de hoy.

Tras la carnicería financiera del último año, ha quedado en claro que la banca de inversión tendrá que cambiar de raíz. Los días del dinero fácil ya terminaron. El sector necesitará reformarse de pies a cabeza.

A partir de ahora los bancos de inversión deben acostumbrarse a lo que los trabajadores de otros sectores han soportado desde hace diez años o más: vivir con un presupuesto reducido y recortes constantes de costos.

Habrá banca de inversión cuando la crisis del crédito ya haya pasado. Siempre será necesario mover capital alrededor del mundo, y eso es lo que los bancos hacen. No obstante, la cultura del exceso tendrá que desaparecer. Y el primer banco que se dé cuenta de ello, y lo haga funcionar, será el ganador.

En los últimos diez años, la banca de inversión ha vivido dentro de una burbuja de extravagancia.

Se pagaban sobresueldos masivos, independientemente del mérito. Se alquilaban los inmuebles más elegantes. Todo el mundo viajaba en primera clase. Las cuentas de gastos para clientes eran excesivas.

Se utilizaban agencias de contratación para cubrir hasta los puestos de rutina. A los contratados en prácticas les pagaban más que a los ejecutivos de nivel medio en otros sectores. Incluso las secretarias cobraban dos o tres veces el promedio del mercado para puestos comparables.

Una viñeta de lo que ahora parece una era distante ilustra este punto. En 2001 Credit Suisse Group AG les pidió a sus empleados limitar las cuentas de cenas a sólo 10,000 dólares para celebrar contratos. Quizá nadie se percató de que esa cantidad es muy superior a lo que algunas personas ganan en varios meses.

Ciertamente sugiere una organización en la que el control de costos no figuraba en la agenda. Cualquier persona familiarizada con la manera en que operan los mercados financieros podría citar una docena de ejemplos similares.

Ya hay señales de cambio. El mes pasado Citigroup Inc. les dijo a sus empleados que las fotocopias a color estaban prohibidas excepto para las presentaciones a clientes. El uso de Blackberry será revisado. Quizá pronto empezarán a apagar las luces antes de irse de la oficina.

Otros bancos están haciendo lo mismo discretamente. Deutsche Bank AG redujo el uso de taxis, informó el diario The Independent en abril. Antes de que Merrill Lynch & Co. fuera comprada, se restringiría el uso de aviones privados, informó el Financial Times en julio. Hay muchas áreas en las que se puede ahorrar.

"Ciertos bancos de inversión parecen haber perdido la mesura durante los buenos tiempos'', según un informe reciente de la consultoría McKinsey & Co. ¿Perdiendo la mesura? A mi modo de ver, fue mucho más que eso.

McKinsey calculó que algunos de los bancos grandes podrían ahorrar hasta 2,000 MDD sin despedir personal. Eso es mucho dinero, que podría usarse mejor sin hacer gran esfuerzo.

Una manera podría ser dejar de contratar consultores, aunque McKinsey no lo mencionó. Y lo que es más importante, los bancos tendrán que importar algunas de las habilidades gerenciales que han sido un estándar en casi todos los otros sectores por diez años o más.

En los sectores de manufactura, ventas al por menor y ocio, los ejecutivos revisan rutinariamente cómo bajar los costos.

No sólo reducen la cuenta de taxis, o ponen un candado en la papelería. Estudian cada tarea y se preguntan si puede hacerse por menos dinero, o eliminarla por completo.

Bajan los costos de empleo y afinan los contratos para asegurarse de que la empresa obtenga un valor máximo por su dinero. Y no gastan más en sus instalaciones de lo que es necesario para que la empresa sobreviva.

No será fácil para los bancos de inversión hacer esto. Los ejecutivos a cargo piensan que el costo de hacer negocios es tan importante como el proveedor de las flores para el recibidor. Cuando entraba mucho dinero fácil al sector, no necesitaban pensar de otra manera. Gastar es más fácil que ahorrar, y también es más divertido.

Ahora parece que los mercados financieros serán duros en el futuro previsible. Una vez que se haya asentado el polvo, seguirá existiendo la banca de inversión, pero tendrá que ser tan ligera como una empresa automovilística o una cadena de supermercados. Es tiempo de que despierten a la realidad. El Semanario Agencia®

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